14 mar 2010

EL PRESO

En una cárcel había un preso condenado a muerte, sabía que en un país cercano no existía la pena de muerte, solo tenia que llegar asta un puerto coger un barco y llegar a ese país, durante días almacenó comida con la esperanza de escapar, en un descuido de los guardas cogiendo las provisiones que tenía guardadas logró escapar, poco después sus guardianes lo echaron a faltar saliendo con adiestrados perros en su busca y captura, escapado y perseguidores entraron por pantanos cenagosos, el reo no conociendo la zona se cubría el cuerpo del mal oliente cieno putrefacto, con su pesada mochila corría o tal vez podría decirse que saltaba clavado en el denso fango, cansado y desesperado luchaba por escapar, tras él escuchaba los ladridos de los nerviosos perros, en su desesperada huida encontró un inmenso rio cruzarlo le asustaba, el no hacerlo le suponía la muerte, así que decidió cruzarlo, nadó contra corriente pero el agua lo arrastraba él duramente luchaba para que el rio no lo arrastrase, finalmente se encontró a la otra orilla, la fuerza del agua le había limpiado, se había llevado su pesada mochila, y se sorprendió de ver frutos en los arboles, eso era un paraíso, no estaba sucio, no le perseguían y nunca se atreverían a cruzar el peligroso rio, tenía comida sin llevar una pesada carga, así que se tumbó a la sombra de un frondoso árbol y se durmió.
Sus perseguidores experto rastreadores le rodearon y antes que despertase le atraparon volviéndolo a la prisión y aun más a la celda de castigo.
¿Qué pasó? Muy sencillo atravesó el rio y siguió su camino en vez de dejarse arrastrar por el rio este le habría alejado de la muerte y dado vida.
Una historia que me acabo de inventar pero que tiene similitud con la obra redentora de Jesús merecíamos la muerte y Dios nos regala la vida eterna (Romanos 6:23) La ciudad de libertad eterna existe (Apocalipsis 21 y 22) esto no es para los que aman a Jesús es para los que permanecen en él y con él ( San Juan 15:4) No tengas miedo déjate arrastrar por el rio que el mismo cuidará de ti, lo más algún golpe en alguna roca pero la recompensa supera con creces todo sufrimiento.

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