20 mar 2010

EL CAMINO

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al padre, sino por mí (Juan 14:6) basado en este versículo he creado una historia imaginaria pero muy espiritual, el Camino es Jesús, el Sabio Dios, la casa representa la Nueva Jerusalén, todo lo demás lo identificaremos sobre la marcha.

Otlipito Pitu poto al que llamaré solo Pitu; estaba enfermo con enfermedad mortal de la que no había esperanza de salvación, pero un día escucho de un sabio que conocía el arte de las plantas medicinales y encontraba solución para todos los casos el que llegaba asta él era sanado y vivía, el sabio vivía en una cabaña en la cumbre de una alta montaña, Pitu no conocía el Camino pero indagó y se enteró de alguien que si lo conocía, fue a verlo, este le explicó todo lo referente al Camino, pero le dijo necesitas un mapa (La Biblia)donde están todos los caminos y también los obstáculos, necesitaras llevarla siempre contigo porque ella te ayudará a permanecer en el Camino.

Pitu cogió una gran mochila donde puso; mucha comida para el Camino, regalos para pagar al sabio, libros de filosofía por si tenía que debatir con el sabio y todo aquello que consideraba importante para su marcha, cargó sobre sus hombros la pesada mochila y guiado por el mapa empezó su caminar en busca de la cabaña.

Dejando la zona habitada y entrando en la montaña vio que el camino era muy angosto le preocupó por si se había extraviado y leyó estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.(Mateo 7:14)Pitu siguió el Camino y encontró un senderista que quiso acompañarle en el Camino pero como Pitu iba muy despacio por su pesada mochila, el senderista le animó tirar la mochila para ir más aprisa pero él leyó en su mapa; despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. (Hebreos 12:1) no se despojó del peso porque lo que llevaba era muy importante pero corrió con paciencia y el senderista se perdió.

Pitu continuó el Camino y se encontró con una pitonisa a la que venía la gente a pedirle consejo sobre el porvenir esta trató de convencerlo para que tirase el mapa ya que la mejor guía le decía ella es la intuición de tu corazón pero Pitu leyó; Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá? (Jeremías 17:9) siguió por el Camino y encontró un cazador que decidió caminar con Pitu, iba disparando a todo animal que se movía y disfrutaba con ello, esto molestó a Pitu y leyó; ¿Andarán dos juntos, si no estuviesen de acuerdo? (Amos 3:3) decidió caminar solo, el Camino era estrecho y la mochila se enganchaba en los matorrales y salientes de las rocas, la fatiga era grande, el sudor acariciaba sus mejillas, de repente se presentó una tormenta, Pitu no tenía donde refugiarse, se quitó la mochila y se acurrucó entre dos rocas, pero el fuerte viento arrastró la mochila hacía un precipicio y Pitu lo perdió todo, lo primero que pitu pensó ¿Qué comeré? Entonces leyó; La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. (Lucas 12:23) pensó después ¿como pagaré al sabio por las plantas medicinales que me darán la vida? Entonces leyó; Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9).

Pitu siguió el Camino ahora sin carga pues la tormenta le fue de bendición al quitarle la mochila, porque con asombro encontraba comida silvestre a la orilla del Camino y andaba más descansado.

Siguió gozoso el Camino y alcanzó a un excursionista, ambos se hicieron amigos, Pitu le contó su propósito y el excursionista estaba encantado, Pitu le dijo que necesitaba un mapa para seguir el Camino este le respondió que no era necesario bastaba con ir junto a él todo el Camino, después de unos kilómetros por sorpresa los envolvió una densa niebla que no veían nada, y ambos se perdieron Pitu rápidamente encontró el camino pero del excursionista no se supo nada, Pitu se sentó y leyó; Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. (Oseas 3:6) y siguiendo el pedregoso Camino a veces el camino era tan difícil que Pitu tenía que escalar por las rocas, en estas circunstancias encontró a un iluminado mal vestido y abandonado higiénicamente que estaba en profundas meditaciones, Pitu le preguntó; si estaba en el Camino porque tenía el mapa, el tal le respondió que no lo necesitaba porque todos los caminos llegaban a la casa que Pitu estaba buscando, Pitu leyó; Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)Pitu siguió y el individuo se quedó en sus extrañas meditaciones sin comprender que el que se queda no llega a ninguna parte.

Pitu siguió el Camino estaba ya a una gran altura, caminaba por un estrecho camino en un acantilado donde solo cavia una persona, se agarraba a las rocas pues le daba vértigo mirar pues no estaba acostumbrado a tal emoción, de repente encontró a otra persona que bajaba de la casa del sabio, esto era un problema porque el Camino era tan estrecho que los dos no cabían, si lo hacían corrían el riesgo de caer los dos al vacio, pero Pitu tubo una idea, se tumbó para que el otro pasase por encima, fue humillado y pisoteado por otro que conocía el Camino pero gracias a esa humillación los dos salvaron el obstáculo, lo que Pitu no sabía es que esa persona era enviada por el sabio que Pitu buscaba, lo que Pitu no sabía era que el sabio lo estaba viendo desde arriba, lo que Pitu no sabía era que el sabio quedó emocionado por esta reacción de humildad y propuso en su corazón dar a Pitu todo lo que venía a buscar.

Pitu gentilmente se despidió de la persona y pronto encontró la tan esperada casa, el sabio le mandó ponerse cómodo y descansar de su duro trayecto y mandó que le sirviesen comida y bebida pues estaba muy agotado, amablemente levantó los ojos para agradecer a quien le servía y enmudeció porque era la persona ante la que él se tumbó para que le pisase allá en el acantilado.

Entendió Pitu que si nos humillamos como medio a la solución, la humillación no duele, pero si Dios nos tiene que humillar la humillación será dolorosa.

Safet Hernández


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