30 mar 2009

EL CAYADO DE DAVID

En 1ª de Samuel en todo el capítulo 17, nos relata cuando David siendo muy joven venció a Goliat, que era todo un guerrero ejemplar, del ejercito de los filisteos, como todos suelen conocer la historia, no la boy a escribir para que no se haga tan largo, simplemente la boy a resumir asta llegar al cayado, que es el tema que me interesa para esta reflexión.
David es ungido por Samuel como futuro rey de Israel. Sus hermanos estaban en la guerra, y él les llevó alimentos por orden de su padre. David oyó a Goliat que provocaba al ejercito, diciendo que un soldado pelease contra él, porque en ese terreno él llavaza la ventaja, ningún soldado quería luchar contra él, porque era muy grande y fuerte.
Todo esto es; muy resumido, quiero hacer si me lo permitís, una pequeña parada en el versículo 34, Saúl le dice A David que es muy joven para vencer a un hombre de guerra experimentado, me sorprende la respuesta de David, él solo tenía el encargo de ver como estaban sus hermanos, y volver con sus ovejas. Para hablar con el rey no utiliza un tiempo presente “soy pastor” sino pasado “era pastor”, esto es fe, desde que Samuel lo ungió, sabia que ya era rey, aunque fuese detrás de las ovejas, no podía hablar claramente ante el rey, pero lo que dice cambiando el tiempo del verbo ser, “era pastor ahora soy el rey.”. Con esta confianza de que no podía morir sin ser rey, podía enfrentarse a los peligros del campo de ese tiempo, como cuando luchó contra osos o leones, que nos cuenta en este versículo y siguiente, y esa misma seguridad le hizo enfrentarse al gigante, ¿tendremos nosotros esa confianza en Dios algún día?
Saúl lo vistió con su armadura y su espada, pero no podía caminar. Le querían aplicar la lógica humana, para algo de lo que no estaba preparado. Si eres joven en la fe, no conoces bien la palabra, no te embarques en disputas complicadas, di sencillamente lo que Dios a hecho en tu vida, pero David no siempre fue a pelear con la honda él después se preparó para ser un guerrero, si tú eres joven en la fe, madura pero prepárate, para tu vida cristiana.
Para ver la prudencia de este joven, en todos sus actos llegamos al verso 40, para pelear cogió su cayado, cinco piedras lisas y su honda, ¿Por qué cogió el cayado? David pensaba vencer al gigante con la honda. Por tanto el cayado le estorbaba para tirar las piedras, supongo que recordaba el salmo 23:4 que él mismo compuso, es tan precioso que me gustaría escribirlo literal, dice; Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. En adelante del capítulo vemos como el filisteo mira el cayado, y dice soy yo perro, para que vengas a mi con palos, miraba que David venia contra él con un cayado, esto le daba seguridad al filisteo, porque en su mano tenía una lanza y si fallaba, en la cintura portaba una espada. Para él tubo que ser una sorpresa, que David a la distancia adecuada, tirase el cayado al suelo, y cogiese la honda, sin dar tiempo al filisteo de lanzar la jabalina. David tenía un plan perfectamente diseñado para vencer, nosotros ya tenemos la victoria porque Cristo ya venció por nosotros, pero nos falta pelear, no una, sino muchas batallas. David cogió cinco piedras y le sobraron cuatro. No seas escaso en las cosas de Dios, pensando ya hará Dios, como escuché en algún lugar Dios te echará una mano, cuando tu tengas las dos ocupadas.

Safet Hernández

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