31 may 2009

SALMO 126

Hay dos salmos clavados en mi corazón, no con puñal, sino con flechas de amor, uno es el 22, crucifixión de Jesús y el otro el 126 su regreso Glorioso, de Jesús.
La primera pregunta que nos hacemos al leer este Salmo 126, es ¿Qué es Sión?
Sión fue una fortaleza que David conquistó a los jebuseos, pasó a llamarse la ciudad de David, este rey hizo de Sión la capital política y religiosa, llevando el Arca de Dios. Sión se convirtió en el centro de adoración a Yahveh. Después su hijo Salomón construyo el primer templo, dice la tradición que allá estaba el aposento alto, donde se celebró la última cena, donde estaban reunidos el día de pentecostés, también María murió en esta colina de Jerusalén.
Por todo esto y mucho más Sión es conocido como adoración y alabanza a Dios.
Era necesario explicar algo de Sión, porque dice el verso primero, Cuando Yahveh hiciere volver la cautividad de Sión. En otras palabras, la alabanza y adoración está en cautiverio, dice más; Yahveh la hará volver. Entonces me pregunto a mi mismo, la adoración y alabanza que hacemos cada domingo disfrutando tanto, la perfecta armonía del coro, las tres guitarras, el bajo, el órgano, la batería los bombos, el cantar de todos los hermanos juntos, esa felicidad con la que acabamos, y no apreciamos, porque lo tenemos como rutina, pero hace emocionar a quien nos visita, ¿Eso solo es sombra de la alabanza? Reflexiono y mi mente se desliza suavemente cual agua cristalina al arroyo, sabemos por el Apocalipsis lo que nos espera en la vida venidera, bien que muramos o veamos el regreso de Jesús, adoraremos delante del trono de Dios, y esa misma alabanza hará estremecer todas y cada una de las fibras de nuestro cuerpo. La alabanza que practicamos por linda que sea, es como si miramos nuestro rostro en una placa de metal, pero cuando alabemos en presencia de Dios, será como si la miramos en un espejo.
Sigue diciendo el verso 1; Seremos como los que sueñan, no habla del reposar del sueño, más bien habla del sueño de hacer algo grande, el sueño de hacer algo grande por la humanidad, el sueño de hacer algo digno de ser recordado, cuando regrese Jesús seremos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenará de risa, nos dice el verso 2, ¿Qué produce la risa? Todo lo contrario que el llanto, la risa nos alegra el corazón, nos hace olvidar los problemas, hermosea el rostro, nos hace sentir bien.
Pero hay algo mucho más importante, el efecto que produce en los demás, alegría, ganas de reír, ganas de estar con el que ríe, confianza, sensación de que todo va bien.
Entonces seremos como nos dice Isaías 65:4 (dice Dios) Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. Entonces la alabanza llegara a los corazones, y se cumplirá Filipenses 2:10 Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra.
Damos un pequeño salto asta final del capítulo. El verso 5 tendría que estar intercalado con el verso 6, quedando; lleva la semilla v.6- siembra y siega v.5-vuelve con fruto v.6, esto ante una mente humana sería lo correcto, pero si Dios lo pone por separado, quiere decir que va separado. En este caso el verso 5 se refiere a los muchos profetas y siervos que han dado su vida con lágrimas por la obra de Dios, cuando regrese Cristo segarán con regocijo y como dice Apocalipsis 2:10 Sé fiel asta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. La gente piensa (incluidos los cristianos) que el sacrificio de Jesús solo fue en la cruz, pero en San Lucas 22:28 dice Jesús a sus discípulos; Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Es evidente que Jesús sufrió mucho en todos los aspecto, pero como su mirada no estaba puesta en la tierra, no iba quejándose de todo lo que le pasaba, como su mirada estaba puesta en el cielo, solo podía ver prosperidad (no digo dinero, que tenemos los ojos tan llenos de consumismo que nos parece que todo lo que se llama prosperidad es dinero), Jesús sufrió mucho y finalmente lo que más le dolió, el hecho de ser separado espiritualmente del padre, de no ser así que hombre podría clavar oxidados clavos en sus preciosas manos y lindos pies.
Por esto yo afirmo; Jesús anduvo su camino llorando (que sea ejemplo para nosotros).
Llevó y plantó la preciosa semilla, pero VOLVERÁ, trayendo con él sus gavillas, esas gavillas somos nosotros, los que esperamos su regreso, y los que murieron esperándolo. Yo no quiero que mi gavilla sea solo paja, sin grano en la espiga, que solo sirva para estiércol. Seamos para nuestro Cristo gavillas de espigas dobladas por el peso del fruto, porque cuando la espiga está erguida, es porque el fruto no pesa.
Quieran o no quieran, crean o no crean. Jesucristo regresará y será muy pronto. En aquel tiempo el renuevo de Yahveh será para hermosura y gloría.

Safet Hernández

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