17 ago 2009

PADRE NUESTRO

El Padre nuestro; es la oración modelo, madre de todas las oraciones, la encontramos en el libro de Mateo 6:9 al 13, y en el de Lucas 11:1 al 4. El padre nuestro de Safet no pretende sustituir a estos, solo poner algunos detalles, porque como dice San Juan 21:25 si se escribiesen todas las cosas que hizo Jesús; los libros no cabrían en el mundo. Millones de “cristianos” practican de forma repetitiva el Padre nuestro, sin pensar siquiera lo que dice; por esto le quiero dedicar una reflexión.
Empieza diciendo Padre: Nótese que está en mayúscula, por tanto se refiere únicamente a Dios, si Dios no es tu Padre; tú no le puedes llamar Padre, porque no tiene sentido, ni tampoco tu oración vale para nada, tienes que saber quien es tu padre. Todos somos criaturas de Dios, pero hijos, solo son los nacidos de nuevo, y no se nace de nuevo mediante religiones, sectas , ni filosofías, sabes porqué, porque ninguna religión ha sido crucificada para darte vida, por tanto solo los que aceptan a Jesucristo como Señor, pertenezcan o no a una religión, son nacidos de nuevo, de forma espiritual, este proceso es gratuito, si algo o alguien te pide dinero por esto, amablemente recomiéndale que trabaje, la salvación es totalmente gratis, porque no hay nada que se pueda hacer o pagar por este tesoro sin esconder.
Padre nuestro: No dice padre mío, Dice Padre nuestro, no hay cristianos aislados, has de tener comunión con otros, o lo de Padre nuestro no se puede cumplir.
Que estás: Esto es un verbo que indica presencia, nótese que no está en tercera persona, lejano que diría está; está en segunda persona del singular, estás; cerca familiar, no fue ayer, ni será mañana, es hoy, lo maravilloso que hace dos mil años era hoy, dentro de años si Cristo no ha venido, será hoy, Dios está presente en el momento.
En los cielos: Dice que está en los cielos, habla en plural, parece ser que hay mas de un cielo, sabemos que Pablo subió al tercer cielo nos dice 2ª Corintios 12:2-5 pero ¿Cuantos cielos habrá? La Biblia no dice cuantos hay, ni donde están, pero enseña como llegar a ellos, aunque cielos suena lejano, inaccesible, ¿Vivirá Dios muy lejos? Sabes qué; guarda estos cielos lejanos en la mochila, a ver si mas adelante nos orientamos un poco mejor.
Santificado sea tu nombre: La palabra hebrea qadash y la griega hagiazo nos dan la idea de santificar a Dios, es reconocerlo en su santidad. Dios no se mezcla con el pecado aunque ama al pecador, la expresión santificado, no es que se santifique él, mas bien sugiere que lo santificamos nosotros en nuestra vida, pero no deja de ser chocante lo que dice; santificado es el nombre, el nombre debe ser muy importante cuando se pide que sea santificado, sería muy largo explicar el nombre de Dios, yo tengo una reflexión que habla solo del nombre de Dios, pero quisiera dar unas pinceladas en esta reflexión, uno de los mandamientos es: no tomarás el nombre de Dios en vano, sugiere que para tomar el nombre de Dios en vano; tienes que conocerlo, en la antigüedad se conocía, Moisés lo utilizaba, Hay una teoría, no es mía, ni afirmo, ni desmiento, la teoría dice que lo que gritó el pueblo de Dios ante los muros de Jericó; fue el nombre de Dios, estos cayeron, y eso que tenían una base de unos quince metros, era tal el respeto que se tenía al nombre de Dios que se dejó de pronunciar, y con el tiempo se perdió, vemos en Lucas 10:22 que el nombre de Dios solo lo conoce el Hijo (Jesús) y al que él lo quiera revelar.
Venga tu reino: Daros cuenta que estamos llamando al reino de Dios, nos estamos acercando a él, más bien pidiéndole que él se acerque a nosotros, si pronunciamos esta frase, pensamos que Dios es Rey, y tiene un reino, ¿Dónde a de venir ese reino? Posiblemente a nuestra vida, tal vez a nuestra sociedad, quizá a lo espiritual, Dios no es un Dios abstracto, está perfectamente definido, y tiene un reino, tiene ángeles obligados a servirle, Arcángeles, serafines, querubines, pero Dios quería un pueblo que lo eligiese por amor, por eso creó al hombre, al fallar este, Dios no desistió de su empeño, y encontró una solución Jesús, se me haría muy largo explicar esto, pero Dios no quiere un pueblo de robots, si así fuera el mundo hace mucho que habría cambiado ya, decirte solo que el reino de Dios se ha acercado a nosotros, y nos da la capacidad de elegir si queremos, o no, estar en el.
Hágase tu voluntad: Una sola, la de Dios, tenemos un claro ejemplo en san Lucas 22:42; Jesús interpone antes; la voluntad del Padre que su sufrimiento, porque esto era beneficioso para la humanidad, nosotros tenemos que estar dispuestos siempre para hacer la voluntad de Dios, porque aunque no sea agradable para nosotros, sin duda será beneficiosa para la humanidad. ¿Cómo conocer la voluntad de Dios? Leyendo la Biblia, porque es una serie de instrucciones de parte de Dios, no es suficiente con leer la Biblia, tenemos que pasar tiempo en presencia de Dios para poder conocer su voluntad con respecto a nuestra vida.
Como en el cielo: Dice que Dios está en el cielo, y allá se hace su voluntad, cielo suena cercano; recordáis que tenemos algo en la mochila, si; son los cielos que decíamos que estaban lejanos, al compararlos con “cielo” algo ha cambiado, Nos dice 1ª Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si Dios mora en nosotros, un cielo está muy cerca, en nuestra propia vida, pero que ha cambiado desde que empezamos el Padre nuestro, muy fácil; nos hemos estado acercando a Dios, le hemos llamado Padre nuestro, hemos santificado su nombre, hemos pedido que venga su reino, se haga su voluntad, él se ha acercado ha nosotros, porque es lo que estábamos pidiendo.
Así también en la tierra: Si pensamos en la profundidad de estas palabras, reconocemos que se hace la voluntad de Dios en el cielo, pero no se hace en la tierra, lo que estamos haciendo es ofrecer a Dios la tierra, pidiéndole que en ella se haga su voluntad, pero si Dios es Todopoderoso, porqué necesita nuestro permiso, porque Dios nos ha dado auténtica libertad para decidir, estar con él, o para hacer lo que nos de la gana, si tu eliges la segunda opción no te quejes de las dramáticas consecuencias.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy: Si el pan es nuestro, ¿Por qué lo tenemos que pedir cada día? Te imaginas a tu hijo diciéndote; mi pan de cada día dámelo hoy, también hay una cosa curiosa, no dice mi pan de cada día, no es singular, no es Mio, es nuestro pan de cada día. Hay cristianos a lo largo y ancho del mundo que no comen todos los días ¿Qué pasa con ellos, no merecían su ración? Puede que algún acomodado, piense que si no lo tiene es porque es un pecador, pero yo afirmo que puede ser mejor cristiano que cualquiera que esté debidamente acomodado, porque Jesús no se refería al pan de trigo, tampoco al pan espiritual que algunos quieren hacer creer de forma abstracta. El mismo Jesús dijo cuando fue tentado por Satanás en San Mateo 4:4 No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Dijo también Jesús, en San Juan 6:35 Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre. Está claro que cuando Jesús dijo estas palabras se estaba refiriendo a él mismo, y este pan es nuestro, en potencia, es decir lo tendremos garantizado cuando sea nuestro, para que lo poseamos tenemos que aceptar el sacrificio de Jesús en la cruz, su muerte, pero también su resurrección, pedir a Jesús que sea nuestro salvador, dice en Efesios 2 :8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Este pan es gratuito, pero este pan si lo tenemos que pedir cada día, porque no está con nosotros para agobiarnos, sino para colaborar en todo con nosotros, y cuando le vamos dando de lado, poco a poco se va marchando apenas sin que nos demos cuenta, porque Jesús es un caballero y no quiere estar donde un cristiano no quiere que esté con él, por esa razón es necesario que cada día estemos con él en oración, y porque eso nos fortalecerá ante las dificultades que pasemos por la vida.
Ese pan no se malgasta, no es solo para nosotros, es para que lo demos a todo hambriento de Dios, no es para que un día nos saciemos, y dos pasemos hambre, es nuestro pan, para todos los días.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores: Pedirle perdón a Dios siempre resulta fácil, hay religiones que uno se rodilla ante un hombre, le cuenta todos sus pecados y este hombre bajo penitencia de x padres nuestros, que este individuo repetirá como un loro, dan el asunto por zanjado, ¿De donde sacan de la Biblia es practica? Solo Dios puede perdonar pecados, ningún
hombre puede hacerlo, para otras religiones; que te diriges directamente a Dios, es más fácil, a Dios no le ves sicológicamente piensas que tampoco él te ve a ti, le cuentas tus pecados para quedarte limpio, pero como ya Dios contó con esto, puso una condición: Si quieres perdón, perdona tu también, (lee Mateo 18: del 23 al 35), no lo interpretes como deudas materiales, pero el perdón produce paz, mientras que la falta de ese perdón produce odio, y esto perjudica gravemente la vida física y espiritual de quien lo sufre, debes perdonar y olvidar cualquier agravio, si eres inocente, agarra fuerte esta promesa; en Hebreos 10:30 Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Tú perdona y deja hacer a Dios.
Y no nos metas en tentación: Dice la palabra que Dios no puede ser tentado, ni él tienta a nadie, entonces ¿Por qué dice no nos metas en tentación? (en hebreo, masa, bahan; y en el griego peirazo, dokimazo). En su uso bíblico no solo significa “inducir a pecar”, también “someter a prueba” para no alargarme recuerda que Abraham, recibió sacrificar a Isaac, él no fue tentado, sino probado y salió victorioso y reforzado, aquí no está diciendo; que pidamos no nos metas en tentación de pecar, cosa que no haría Dios, sino que no nos metas en pruebas, pero no está Dios contra ti como individuo, pues no habla en singular, habla en plural no nos metas, Dios está más interesado en que le ames, que en complicarte la vida con duras pruebas y normas.
Mas líbranos del mal: Esta expresión no necesita aclaramiento para entenderla, él nos protege del mal pero es necesario que se lo pidamos porque es una forma de estar en comunión constante con nuestro Dios.
Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloría, por todos los siglos: Esto es un resumen de todo lo que hemos estado dando, reconocemos en el Padre nuestro, a un Dios Rey de reyes, con reino propio (que no es de este mundo) con poder y gloría, no temporal, como un rey humano, sino eterno, al que los redimidos adoraremos en una ciudad con calles de oro y mar de cristal, que puedes leer en Apocalipsis capítulos 21 y 22.
Amen: amen es de las poquísimas palabras hebreas que han pasado sin modificación al griego y al latín, significa “así sea”, hay una corriente que piensa que cuando dices una oración no tienes que decir amén, porque la oración es tuya, y se entiende que la crees, pero yo pienso que aunque no obligatorio es bueno, porque todos somos humanos y muchas veces la oración la decimos de corazón, pero otras estamos pensando en otras cosas, pienso que es bueno decir amén, pero mejor decir a Jesús te quiero.

Safet Hernández



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