12 sept 2009

REVISANDO EL COCHE


Si vas a pasar una temporada en un lugar muy alejado por ejemplo la eternidad, y piensas ir en coche, tendrás que ponerlo a punto, revisarlo bien para no quedarte tirado por el camino.
Primeramente as de hacer la reserva donde quieres morar: No sea que luego no haya sitio y te quedes en la calle, la única garantía de tener alojamiento por la eternidad es aceptar a Jesús como Señor y salvador, es gratuito y este gesto tan simple te da garantía de salvación Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hay alojamiento si lo pides con tiempo; San Juan 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay….voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Revisa bien el coche que es tu propia vida: No sea que por el camino el coche se estropee y te quedes tirado.
Lo primero que tienes que mirar es el motor que suene bien, el motor de nuestra vida es el Espíritu Santo, tienes que mirar el nivel de aceite, porque si no tienes unción el motor acabará calentándose (1ª Ts 5:19) y por la misma razón el refrigerante, porque si no pasas tiempo en adoración con Dios, tu coche no caminará bien, estar en su presencia es un auténtico refrigerio Hechos 3:19.
Importante mirar la dirección: Sea manejable, no se atasque, esté bien engrasada en definitiva, tengas templanza, dominio propio, amor, 2ª Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Revisar bien los frenos: Son muy útiles, si vas de espaldas a Dios as de frenar y girar 180º y caminar en la dirección correcta, también cuando llevamos un tiempo conduciendo tendemos a tomar velocidad, es conveniente frenar antes de llegar a la curva.
Mira bien que el deposito esté lleno de combustible, aunque de hecho tendrás que repostar por el camino, no una, sino muchas veces, porque tenemos que orar constantemente para ser fortalecidos y recibir lo que pidamos (San Marcos 11:24) Jesús pasaba la noche orando para estar fortalecido.
Asegúrate que los faros funcionan correctamente: son la palabra de Dios, nos dice el Salmo 119:105 Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Cuando conducimos por la noche las señales son nuestra referencia, sabemos si podemos adelantar o no, por las señales, si los faros están rotos no las veremos, tampoco si los tenemos apagados, la Biblia cerrada no te da ninguna información, si circulas sin faros te estrellarás y no llegarás a tu destino.
Revisa también los pilotos: No solo as de ver tu, también que te puedan ver a ti, Jesús dijo el que se avergonzare de mí yo me avergonzaré de él (Lucas 9:26).
Mira que funcione el claxon: Es muy necesario para llamar la atención de algún perdido y poderle ayudar a encontrar el Camino, puedes encontrar animales en el camino, a estos un buen bocinazo les apartará, en Marcos 14:12 El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Mira también la presión de las ruedas y asegúrate de llevar alguna de recambio: Necesitamos vidas equilibradas, ni infladas por el ego ni desinfladas por el menosprecio, una vida equilibrada para que no sea estorbo en nuestras oraciones y si pinchas no desesperes, si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1ª Juan 2:1
Que la suspensión sea correcta: Porque encontrarás baches por el camino y no es plan de que te lastimes en cada bache, porque al final asta la columna vertebral se resentirá, se flexible, déjate corregir, y no alimentes tu yo.
Asegúrate que las lunas están limpias: si están sucias no verás, si las quitas tragarás los insectos y basuras que te vengan de frente, nuestro testimonio es fundamental que esté limpio, transparente, como dice 1ª Timoteo 3:7 También buen testimonio de los de afuera.
Bueno ya revisado solo falta cargarlo: Carga las maletas, las mantas, corchas, edredones, cortinas, colchón, cama, armario, nevera, fogones, mesa, sillas, ahora intenta conducir; no puedes, ni siquiera queda espacio para ti, descarga todo eso que en la morada eterna Dios ya lo tiene preparado, y mejor que todo eso. A veces cuesta desprendernos de viejas costumbres, forma de hablar, hábitos no dignos, pero es necesario que nos despojemos de todo lo que no glorifica a Dios; porque vamos a ser reyes y sacerdotes (Ap. 1:6) para Dios y necesitamos modales ejemplares.
De corazón te deseo buen viaje.

Safet Hernández

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