Una persona o entidad tiene un monte y decide que la mejor forma de aprovecharlo es plantando un bosque, o alameda según el tipo de árbol, yo lo haré en esta reflexión sobre un bosque y específicamente sobre un pino, al que llamaré Pinosi para diferenciarlo de los demás.
Porque también Dios nos pone nombre y nos elige antes de nacer para la obra que tiene preparada para nosotros como vemos en Jeremías 1:5.
Pinosi fue plantado en un bosque salvaje entre alcornoques y otros pinos rodeados de pequeños arbustos, y no faltó la indeseada zarza que se unió sin el previo permiso a tan fructífero nacimiento, así como otras hiervas no deseadas como la yedra que se enredó al tronco de Pinosi mientras este crecía, pero Pinosi nunca miró a su alrededor, siguió creciendo fortaleciéndose sin importarle su alrededor aunque la verdad que había plantas molestas, pero Pinos pensaba que el que lo sembró tenía una idea, al que lo plantó no le importaba el tiempo, porque de lo contrario hubiese plantado patatas, el que lo plantó tenía una idea, podía hacer de él una mesa, una silla, un cobertizo, una valla, una puerta, un mueble, que puede importar el uso que le diesen, solo su creador sabía lo que quería de él, Pinosi creció durante años en el mismo lugar donde fue plantado, si lo hubiesen arrancado y plantado en otro lugar periódicamente Pinosi nunca se hubiese desarrollado satisfactoriamente, pero con paciencia Pinosi vio pasar los años, las aves hicieron sus hogares entre sus ramas, las ardillas comieron de su fruto, vio truenos y relámpagos, temió por su existencia, pues un rayo pudo quebrarlo sin que él pudiese hacer nada, después de muchos años sin saber porque lo plantaron allá, un día vio un señor con un hacha al pie de su tronco, el leñador miraba a uno y otro lado, decía si cae para allá romperá aquel tierno árbol, si cae para acá quedará suspendido, ya se caerá en diagonal entre esos dos robles aunque en su caída romperá algunas de sus ramas, pero los árboles se recuperarán y comenzó a golpear en la parte inferior del tronco con el hacha haciendo un agujero en forma de V doblada a Pinosi le dolía cada hachazo, no comprendía que había hacho para merecer tal castigo, el leñador llegó asta la mitad y descansó, Pinosi respiró profundamente, por fin el leñador desistió de su empeño, pero una vez más el leñador comenzó a golpear, esta vez por el lado opuesto, asta que Pinosi comenzó a tener una especie de vértigo, algo que nunca había sentido antes, recibió como una especia de mareo que nunca había sentido antes, a la vez que sentía gritar a aquel leñador árbol vaaaaaaaa.
¡Que sucedió! Pinos ya no estaba erguido y majestuoso, estaba derrotado y tumbado por el suelo, Pinosi no entendía que estaba pasando, vio al leñador acercarse con su hacha en la meno y comenzó a desnudarle de todas sus frondosas ramas, y allá quedó Pinosi solo y desnudo agonizante por una muerte inmediata e inevitable, pero la Palabra dice que si no morimos quedamos solos y si morimos llevamos fruto Juan 12:24.
Cuando Pinos murió lo hicieron tablas y de ellas hicieron una preciosa mesa, no era de caoba fina para un alto ejecutivo, no era de roble para lucrarse en la riqueza, solo era de pino, para servir a una sencilla familia que la necesitaba, para sentarse en duras piedras a su alrededor y bancos de viejas tablas cruzadas, pero con el máximo exponente del amor, uniendo a una sencilla familia en sus comidas, en sus devocionales, en sus trabajos, porque la mesa era todo para ellos, pues sus finanzas solo les permitían tener una mesa de pino para todos sus quehaceres.
Dijo Dios a Jeremías: Antes de formarte yo en el vientre, ya te conocía; antes de que salieras de las entrañas maternas, te consagré profeta y te destiné a las naciones. Jr 1:5.
No digas que eres joven. Irás a todos los sitios adonde yo te envíe y dirás todo lo que te orden. Jr 1:7.
De igual forma que sucedió con Pinosi, sucede con nosotros, Dios nos elige cuando solo somos espermatozoides, peleamos por llegar, pero Dios deja pasar al que tiene destinado para una tarea determinada que solo él conoce, ni siquiera nuestros padres terrenales lo saben, Satanás no lo sabe, pero sabe que si Dios lo reserva es que lo piensa utilizar, y a lo largo de nuestra vida va sembrando zarzas, si puede plantas trepantes estranguladoras, podemos estar desanimad@s por no comprender ¿Por qué? Pero debemos permanecer esperando del Señor ¡para que! Sin duda cuando llegue el tiempo que solo Dios a destinado para nuestra vida, Dios mismo con voz de mando hará de nosotros la obra, será muy rápido, Pinosi creció durante años y no pasaba nada, pero fue cortado en minutos, y puesto a servir en solo días.
No pidas a Dios que te arranque de donde estás, pídele que cuando sea tiempo el mismo te use en servirle, no a tu manera, servirle según sus planes, en palacios, o en establos, sol@, o en equipo, solo él tiene potestad para hacer de nosotros lo que tiene en su divino deseo, pero recuerda que en todo el estará contigo, así es su promesa. No les tengas miedo, pues estoy contigo para defenderte –oráculo del Señor-. Jr 1:8.
31 ene 2011
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