26 oct 2011

ESPIAR LA TIERRA

En Número capítulo 13 y 14 nos cuenta como Dios quería introducir a los israelitas en la tierra prometida de Canaán pero la rebeldía de estos lo hizo imposible.
La pregunta es: ¿por qué Moisés envió espías a investigar la tierra? Y la respuesta es muy simple, Dios se lo mandó y Moisés obedeció (Números 13:1 al 3)
Entonces nos lleva a una reflexión, ¿por qué Dios mandó a Moisés espiar la tierra? Se supone que Dios cuida y protege su pueblo, y el pueblo lo único que debe tener es fe, ¿por qué Dios no dijo a Moisés lo que cuarenta años después dijo a Josué? Dios hablaba cara a cara con Moisés ¿por qué no le contó lo que había en la tierra, sin necesidad de enviar espías? La respuesta por complicado que parezca, es simple, al pueblo le faltaba lo único que debía tener; FE.
El pueblo de Israel estaba influenciado por los cuatrocientos años vividos en Egipto, demasiadas tradiciones, ídolos, riqueza en sus opresores, si ellos eran libres podían ser igual a sus dueños, pero ni tenían fe, ni amaban a Dios de forma personal, se les ofreció la ocasión de salir de Egipto y dejar de ser esclavos y subieron al carro, un pueblo fuerte por el duro trabajo, armado porque para que se marchasen los egipcios les dieron asta las joyas, es de suponer que también cogieron armas, pueblo eufórico por los milagros que vieron de Dios a través de Moisés, Dios conoce los corazones, no podía entrar todo este pueblo en la tierra prometida, asta que lo amasen y confiasen plenamente en él, lo consiguió aunque el trabajo duró cuarenta años, pero Dios no tiene prisa.
Hoy día no es diferente, religiones, bien estar social, ocio, fábulas de fantasiosos, muy pocos buscan de corazón a Dios, lo cual no es de extrañar, Jesús mismo nos llama pequeño rebaño (Lucas 12:32) No se busca a Dios para amarle, mas bien para sacarle lo que podamos y en compensación le hacemos unos cuantos rezos, como si Dios se alimentara de nuestras palabrerías.
En países de relativa abundancia se ignora a Dios, se buscan formulas para demostrar su no existencia, se hace todo lo contrario a su voluntad, se crean ídolos que excitan más, aun los políticos gobiernan sin contar con Dios, pero cuarenta años en el desierto hizo morir a los arrogantes adultos y amar a Dios a los jóvenes que fueron los que entraron en la tierra prometida, quiera Dios que los países ricos no tengan que morir a su riqueza, para que busquen a Dios de corazón.
Yo en un país rico, o un país desértico, amaré a Dios con todo mi corazón.

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