20 nov 2011

SACRIFICIO DE ISAAC

El sacrificio de Isaac lo conocemos casi todo el mundo, creyente y no creyente, lo encontramos en Génesis capítulo 22.
Dios pide a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac, Abraham obedece y tenemos esa imagen de Isaac atado como un cordero a punto de ser degollado por su padre.
Alguien me dijo una vez que Dios era cruel al pedir esto tan doloroso a un padre, a lo que respondí: para nada porque Dios no pensaba hacer ningún mal al muchacho.
Podemos imaginar a un padre con el corazón roto obedeciendo a Dios, pero yo no veo esa imagen, si Dios le hubiese pedido sacrificar a Ismael su primogénito tendría que estar preocupado por la muerte de su hijo, pero no así con Isaac, que aunque estuviese muerto resucitaría, porque Dios le había dicho a Abraham; la descendencia que llevará tu nombre será la de Isaac (Gn 21:12), y Dios nunca miente.
Toda la vida de Abraham fue un aprendizaje, Dios le dijo que saliese de su tierra y su parentela que lo bendeciría, Abram lo creyó, pero se llevó a su padre y su sobrino Lot y esto le dio algún disgusto, Por temor mintió presentando a su mujer como su hermana por miedo a que lo matasen (Gn 12:10 al 20) aunque creyó a Dios necesitó tiempo para ser pulido.
Cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su hijo era porque sabía que ya estaba pulido, Dios se lo mandó porque era necesario que los creyentes a través de los años aprendiésemos de Abraham y que creyendo en Dios tanto Abraham como nosotros, necesitamos pasar por el banco de trabajo de Dios para pulir nuestro carácter y nuestra fe.
Abraham sabía que Isaac no moriría porque dijo a sus acompañantes en Gn 22:5 vosotros esperar aquí yo iré con el muchacho y regresaremos. Abraham sabía que regresaría con su hijo porque Dios le había dado la promesa.
En nuestro caso no es diferente, los que hemos creído y Dios nos ha dado una promesa, tenemos que esperarla porque sin duda llagará, pero antes de que llegue Dios tiene que pulir nuestra fe.

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