31 ago 2012
LA SANGRE
109 referencias directas he encontrado en la Palabra de Dios, referentes a la sangre, esto demuestra la importancia que Dios da a este tema.
La sangre clama: En Gn. 4:10 la sangre de Abel clamaba a Dios desde la tierra, por lo que había hecho su hermano Caín. Esto es cierto cuando alguien lastima a un ser querido nuestro su sangre clama venganza, y no se olvida con facilidad.
La sangre es vida: En Gn. 9:3 Dios hace un pacto con Noé; le dice que todo lo que se mueve y vive le será para comer, así como legumbres y plantas verdes, pero en el verso siguiente Gn. 9:4 Pero carne con su vida, que es su sangre no comeréis. Lo que da vida a cualquier animal es su sangre, si esta deja de fluir o se contamina, el cuerpo deja de vivir, así que la vida de un animal es su sangre, un claro ejemplo de ello lo tenemos en la mujer, cada mes, la sangre hace un recorrido por su cuerpo buscando dar vida a un nuevo ser, si esto no es posible, la sangre se marcha de vacio esperando mejor suerte el próximo mes.
No se puede comer: En Lv.3:17 y 19:26; Dt.12:16, dice que la sangre no se puede comer de forma alimenticia, dicho de otra forma, no la podemos llevar al estómago, digerirla y defecar.
Se puede hacer transfusiones: porque la sangre no pasa por el estómago, va directamente a las venas, si Jesús nos dio vida con su sangre, nosotros no somos más importantes que él, podemos dar sangre para salvar otra persona, el mismo Dios hace transfusiones de forma natural, pues el bebé que está nueve meses en el vientre de su madre vive por una transfusión a través del cordón umbilical.
Paralela a la sangre de nuestro propio cuerpo, hay otra que nos aporta mayores beneficios; es la sangre de Jesús, aquella que derramó en la cruz para darnos vida, para permitirnos llegar asta Dios, con la confianza de que; él, no nos hecha fuera, si vamos en el nombre de Jesús.
Esta sangre nos hace vencer: Ap. 12:11 no es que no tendremos problemas, sino que él pelea a nuestro lado, no es que podemos ser ociosos porque él pelea por nosotros, él solo hará lo que no podamos hacer nosotros, él hará lo imposible y nosotros lo posible.
Esta sangre nos lava: Ap. 1:5 y 5:9 como si de jabón se tratase, lava el pecado de nuestra vida cuando la ponemos en sus manos. A la vez nos limpia esta sangre 1ª Juan 1:7 enjugando cada lágrima de nuestros ojos y nuestro corazón Ap. 7:17; 21:4.
Por esa misma sangre somos justificados: Ro. 5:9 no tenemos ni podemos hacer nada para ganar la salvación Efesios 2:8-9. Lo tomas o lo dejas.
Como recordatorisalvación, ya lo hizo la sangre de Jesús, la salvación tan grande es un regalo de Dios, para que nadie se gloríe o de su sacrificio nos dejó; la Santa cena, donde el vino representa su sangre, Mt. 26:28; Mr. 14:24; Lc. 22:20 En ningún momento el vino se convierte en sangre, no deja de ser fruto de la vid en ningún momento, solo es un pacto para que lo recordemos, asta que un día por ese pacto, relacionado con su sangre, podamos beber vino nuevo en su presencia y junto a él, pero para nosotros simbólicamente ese vino es como sangre que recorrerá nuestras venas siendo testigos de él, no hay nada mejor en este mundo, ni en otro, que poder gozar por la eternidad con aquel que derramó su sangre, por quien la desee recoger.
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